TODAVIA DEBEN AL CLUB 1000 ENTRADAS DE SUS HINCHAS DEL PARTIDO DE CHAMPIONS. Las relaciones entre el Atlético y el Marsella ni han sido buenas ni tienen pinta de mejorar en los próximos días. De hecho, el club rojiblanco ha demandado ante la UEFA a la entidad francesa por el impago de las entradas que el Atlético le dio al Marsella para el encuentro que se disputó el pasado 1 de octubre en el Vicente Calderón.
El importe que la entidad española reclama a la francesa es de 43.000 euros y en el Atlético no tienen pensado perder ese dinero. Por eso ha denunciado al Marsella al máximo organismo europeo, que tendrá que tomar cartas en el asunto. Unos 1.000 aficionados del club galo acudieron al partido de Champions en Madrid y se situaron en el primer y segundo anfiteatro del fondo norte del Calderón, lugar donde se produjeron los ya famosos enfrentamientos entre los seguidores del Olympique y la policía. AS ya adelantó, además, que la entidad que preside Enrique Cerezo había demandado al Marsella por alteración del orden público y destrozos en su estadio. El Atlético contraatacó así a la denuncia fuera de plazo del Marsella que supuso, posteriormente, la sanción (recurrida) de dos partidos de la UEFA.
En el Atlético, por otro lado, ya se ha hablado largo y tendido de la visita rojiblanca del próximo día 9 a Marsella. El consejo de los dirigentes del club madrileño es tajante: ningún aficionado debe viajar a esta ciudad francesa para asistir el partido. Por lo menos, ningún seguidor rojiblanco se desplazará de manera organizada por el Atlético.
El club le dio al Marsella 200 entradas, para que los mandatarios franceses pudieran satisfacer sus compromisos con patrocinadores. 200 localidades que, se supone, tendrá el Atlético también para el encuentro en el Velodrome. El club del Manzanares tiene previsto decidir en breve quién irá a Francia, aunque la intención es que acuda tanto Enrique Cerezo como Gil Marín y los principales consejeros del club para no dejar sola a la plantilla y al cuerpo técnico. Pero nadie más. Otra cosa es que algún aficionado español, por su cuenta y riesgo, y desde Marsella, se arriesgue a conseguir una entrada. Pero desde el Atlético irán, como mucho, 200 personas. Ni una más para intentar evitar cualquier tipo de polémica o incidente.
El importe que la entidad española reclama a la francesa es de 43.000 euros y en el Atlético no tienen pensado perder ese dinero. Por eso ha denunciado al Marsella al máximo organismo europeo, que tendrá que tomar cartas en el asunto. Unos 1.000 aficionados del club galo acudieron al partido de Champions en Madrid y se situaron en el primer y segundo anfiteatro del fondo norte del Calderón, lugar donde se produjeron los ya famosos enfrentamientos entre los seguidores del Olympique y la policía. AS ya adelantó, además, que la entidad que preside Enrique Cerezo había demandado al Marsella por alteración del orden público y destrozos en su estadio. El Atlético contraatacó así a la denuncia fuera de plazo del Marsella que supuso, posteriormente, la sanción (recurrida) de dos partidos de la UEFA.
En el Atlético, por otro lado, ya se ha hablado largo y tendido de la visita rojiblanca del próximo día 9 a Marsella. El consejo de los dirigentes del club madrileño es tajante: ningún aficionado debe viajar a esta ciudad francesa para asistir el partido. Por lo menos, ningún seguidor rojiblanco se desplazará de manera organizada por el Atlético.
El club le dio al Marsella 200 entradas, para que los mandatarios franceses pudieran satisfacer sus compromisos con patrocinadores. 200 localidades que, se supone, tendrá el Atlético también para el encuentro en el Velodrome. El club del Manzanares tiene previsto decidir en breve quién irá a Francia, aunque la intención es que acuda tanto Enrique Cerezo como Gil Marín y los principales consejeros del club para no dejar sola a la plantilla y al cuerpo técnico. Pero nadie más. Otra cosa es que algún aficionado español, por su cuenta y riesgo, y desde Marsella, se arriesgue a conseguir una entrada. Pero desde el Atlético irán, como mucho, 200 personas. Ni una más para intentar evitar cualquier tipo de polémica o incidente.
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