jueves, 20 de noviembre de 2008

CONTRA EL PSV A PUERTA CERRADA

El Atlético de Madrid tendrá que jugar a puerta cerrada en el Vicente Calderón su partido de Champions frente al PSV de Eindhoven el próximo miércoles 26 de noviembre después de que el TAS haya decidido confirmar ese aspecto de la sanción sufrida por el conjunto madrileño por los incidentes acaecidos ante el Olympique de Marsella. Sin embargo, según se puede apreciar en el comunicado publicado por el Tribunal de Arbitraje en su página web, sí ha tenido en cuenta las alegaciones presentadas por los rojiblancos para levantarles la amenaza de un segundo partido de clausura del estadio en caso de incurrir en nuevos incidentes en los próximos dos años, además de reducirles la multa de 150.000 euros a la mitad, 75.000.En el comunicado emitido por el TAS no se aclaran los motivos que han llevado al suizo Olivier Carrard, presidente de la comisión que ha juzgado el hecho, y formada también por el español José Pintó y el italiano Luigi Fumagalli, a mantener la sanción de disputar el partido a puerta cerrada ante el PSV, ya que justifican su decisión de levantar la amenaza de un segundo partido de clausura sobre el Calderón en que no se ha podido demostrar que se dieron actos racistas durante el encuentro, como defendía la UEFA. Al no poder demostrarse que existieron comportamientos racistas, el TAS justifica su decisión de mantener el partido a puerta cerrada diciendo que existieron "severas irregularidades en las medidas de seguridad". No explica a qué se refiere con esas irregularidades, si a la presencia de la tristemente famosa pancarta de la calavera del Olympique o a la actuación policial y remite a una futura explicación pública de las razones de su decisión.
Un proceso con muchas rectificacionesApelación ya había reducido en su día la sanción original del Comité de Control y Disciplina de la UEFA de dos partidos de clausura del Calderón, que debían jugarse a un mínimo de 300 kilómetros de Madrid, más un tercero condicionado a que no se repitieran incidentes, la correspondiente multa y dos encuentros de suspensión a Javier Aguirre por insultos a un jugador del conjunto marsellés, medida esta última que el Atlético no consiguió evitar. El asesor jurídico Juan de Dios Crespo y el gerente del club, Clemente Villaverde, además de los jugadores de raza negra Paulo Assuncao y Sinama Pongolle, declararon este miércoles ante el TAS en una vista que duró cerca de siete horas. La intención era que acudiera también Luis Amaranto Perea, pero no pudo acudir al estar concentrado con la selección colombiana. También comparecieron el senegalés Mamadou Niang y el portero Steve Mandanda (este último por teléfono al estar concentrado con la selección francesa), ambos del Olympique de Marsella, que denunciaron gritos racistas por parte del público del Vicente Calderón en el partido entre ambos equipos. Como testigos también intervinieron René Poutet, presidente de la Asociación HandiFan Club OM (para discapacitados aficionados al fútbol) y el periodista francés Thierry Tresor, que acusaron a los aficionados del Atlético de Madrid de insultos de ese tipo durante el encuentro del pasado 1 de octubre en el estadio madrileño.

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